miércoles, 8 de octubre de 2008

LAS COSAS CAEN POR SU PROPIO PESO

Hay veces que te despiertas, te levantas, sales a la calle, vas a trabajar (o a estudiar como yo) y al parecer todo marcha bien. Es un lindo día primaveral, aún para quienes padecen las insufribles alergias (como mi amiga la Javi - jaesalinas.blogspot.com -se quejaba hace unos días). El ánimo para salir de la casa es óptimo -resulta un poco extraño, pero así es- la micro pasa rápido, te subes y justo hay un asiento vacío esperando que te acomodes. Llegas con tiempo a tu lugar de destino, la mañana pasa relativamente rápido, vas a almorzar tranquilamente tu colación, el completo o el antojo del día.

De vuelta a la rutina, sin embargo eso no molesta, todo tu día ha estado bien. La tarde pasa aún más rápido y ya esta todo ok para salir. Ahora te juntas con tus amigos, vas a comprar algo, a comer, a tomar, o lo que sea... tal vez sólo te vas a tu casa a un merecido descanso.

En fin, tú día ha estado bien, pero para tí es sólo un día normal. Pese a que todo se ordenó de cierta manera y los planetas se alinearon para que tu día fuese bueno, para tí es un día normal, casi extraño. No por la rutina, no por el famoso estrés laboral o estudiantil, no porque algo te haya pasado o porque sepas alguna mala noticia... simplemente es un día que pudo ser muy bueno pero sientes que no lo es.

Nada te pasó antes ni durante aquel día, sólo que al despertar esa linda mañana primaveral sabías que algo sería diferente. Subiste a la micro y no notaste el asiento vacío que te esperaba y te vas de pie. Sigues pensando en "eso" que aún no sabes qué es, pero te provoca sentimientos diversos: a ratos preocupación, a veces intriga y lo peor muchas veces angustia.

Todo tu hermoso día está siendo opacado lentamente. Pasan las horas...llamas a tu casa: tu familia está bien; con tus amigos todo en orden; con tu pololo/a, novio/a, andante o lo que sea está todo bien al parecer. Decides firmemente no hacer caso a tu yo interno que está molestando y tratas de disfrutar lo que queda de tú lindo día.

Cuando vuelves a tu casa, crees haber olvidado "eso" que ocupaba tus pensamientos. Te acuestas, ves una película, te ríes, te diviertes...duermes.

Despiertas pensando nuevamente en "eso", sabes que lo soñaste, soñaste con aquello que te molestó durante todo el día anterior........................... pese a tus esfuerzos NO LO RECUERDAS.

Nota: Decidí no preocuparme más y pensar que simplemente "eso" que me inquieta y, a veces, angustia aparecerá a su debido tiempo....ya que simplemente: LAS COSAS CAEN POR SU PROPIO PESO

2 comentarios:

Luis Marambio Torres dijo...

Preciosos pensamientos...
La rutina a veces es alegre; otras no. Y cuando hay "algo" o "eso" que te molesta, lo mejor es soslayarlo y seguir con la rutina (esa q muchas veces te da alegrìa) o quebrar lo cotidiano (eso q también te da alegrìas)...

Besitos Fran...

Anónimo dijo...

Uffff, que complicadísimo es ...

somos sseres trtemendamente inconformistas y cuando no encontramos algo de qué quejarnos... nos inventamos..... nos cuesta ser felices con las cosas simples....

Un besito gigantesco...
Te quiero mucho mucho muchito...

Esta es "una de esas cosillas pequeñas" para alegrar tu jueves.....

Tu hermanita linda... KARI